miércoles, 24 de octubre de 2007

Soneto atardecido . . .

Ebrio de luz, tardó en morir el día
sobre el disco cromático de fuego.
El jilguero calló, cesó el apego
del soplo vital, que el aire revivía.

El fulgor mutó su brillo con la umbría
y el carrusel del cielo quedo ciego.
Dijo la tarde adiós, la vida luego
se despidió del sol . . . Anochecía.


Soneto atardecido

Pinta el sol un edén en las alturas
y en profusión de nubes de cristales,
convierten los mil rojos siderales,
en azul escarlata, sus blancuras.

Los aires ven teñidas sus llanuras
por enormes volutas de rosales,
mientras brindan al sol sus funerales,
un río interminable de criaturas.

¡Qué bella exposición!: Naturaleza.
Un verso hecho poema sube al cielo
que me hace feliz, pero me inquieta.

Yo, que vivo de ver tanta belleza . . .
¿Por qué no he de seguirlo en ese vuelo
si llevo adentro, un alma de poeta?. .

1 comentarios:

A las 14 de enero de 2009, 8:40 , Blogger dorada ha dicho...

Conocìa tu "Soneto Atardecido"...bellìsimo.
Debes publicar màs poemas en tu blog, ya que dispones de mucho material.

Un abrazo:

dorada

 

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